… y los que quedan. Así estoy yo, pasito a pasito y tomándome el día a día con una calma excepcional en mí y es que mi espalda se ha revelado de mala manera. Está enfadada, ¡muy enfadada! de tantas horas de trabajo, de tantas horas sentada y tanto esfuerzo en pocos meses. Y la verdad, que un poquito (pero sólo poquito y porque soy muy cabezona) de razón tiene. Cuando el médico me preguntó «¿trabajas muchas horas sentada?» me dio hasta vergüenza responder, fue como ese momento de película cómica en que responden susurrando o incluso diciendo la palabra a la vez que tosen, así como si no fuera la cosa ellos, jajaja.
Y es así como desde el Jueves pasado me he unido al movimiento «slow» jejeje, un poco forzada, sí, pero voy a intentar aplicar su filosofía a partir de ahora. Para quién no haya oído hablar de este movimiento (quizás os suene más «slow food» o «slow life»), su filosofía reside en tomarse la vida con más calma, poder llegar a compaginar la aceleración y estrés de la vida diaria con el disfrute de momentos de calma y sin las tensiones habituales. A aprender a disfrutar de momentos de placer personal donde vaciar todas las frustraciones y estreses varios. Además este movimiento viene acompañado del «slow food» que está totalmente opuesto al «fast food» con lo que sólo por las palabras ya os podéis imaginar de qué va, ¿verdad? Comidas orgánicas, sanas y preparadas con todo el cariño del mundo. No es nada distinto a como siempre se ha hecho generación tras generación y que a estas alturas de nuestra sociedad «adelantada» intentamos recuperar y tomarnos ese pequeño tiempo para encontrar el equilibrio en nuestra alimentación también. Así mis días ahora son «slow» total, pero mejor tomarlo así que mirar la lista de pendientes que sigue creciendo, ¿no? 😉
Yo de momento sigo «disfrutando» de mi manta eléctrica y tengo la suerte de que hace nada me ha llegado un paquetito con un montón de libros de los bonitos, bonitos, que voy a poder leer con toda la calma del mundo. Ahora mismo pongo mi hervidor de agua en marcha, pongo mi dosis de chai tea en mi tetera y elijo uno de estos libros para empezar a descubrir el «slow reading»(y también me intento olvidar del pinzamiento/ciática que tanto me molesta) ¿Alguien me quiere acompañar?
Y como yo estoy en modo «slow», el blog que es extensión mía, también lo está. Tenía muchas cosas que enseñaros esta semana, de disfraces, de San Valentín … pero todo va en modo slow, así que os pido un poquito de paciencia porque intentaré los próximos días conseguir el ritmo habitual, para que no lo notéis … pero todo en modo «slow» ¿trato hecho?
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De donde son estas fotos y dónde podréis encontrar muchas más. Búscame como facilysencillo |
Pobre… Pues tu recupérate bien para que podamos volver a disfrutar de tus post cuanto antes!!
¡¡Un besazo y ánimo!!
Mónica
Me parece muy bien de tomar nuestros días con un poco más de calma, y si el cuerpo nos lo dice no tenemos mucha elección. Mi espalda hace lo mismo, y no puedo hacer otra cosa que como tu poner me la manta electrica y trabajarme la paciencia.
Qué mejores y disfruta de tus momentos slows!!
Hola! Yo tb estoy en modo SLOW jajaja Asi que cuando quieras quedamos y vivimos slow con un café jeje. Mejorate. Un besazo.
Personalmente creo que la ‘slow life’ debería ser de cumplimiento obligatorio para todo el mundo al menos dos veces al mes, cada quince días pongamos, no estaría nada mal… menos estrés le va bien a tooooodo el mundo, a lo mejor se salva algún extraterrestre. Enfin, que tú sigue con tu mantita eléctrica, que por cierto yo también encuentro monísima (me encantan esas petites florecitas).
Mejorate y nos leemos más adelante.
Beso.
Heyyyyyyyy! Yo tengo esa misma manta eléctrica!!!! Y sí que es preciosa. Cuídate y disfruta de este stop forzoso.
slow life siempreeee no solo cuando estes mala. Cuesta conseguirlo pero luego ves que todo sigue igual y tu mucho mejor
http://blog.conideasyaloloco.com
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Hola, que tal y saludos desde Charlotte, Carolina del Norte. Me parece muy inspirador este articulo y voy a agregar que pienso que todo proceso creativo tambien demanda lentitud y es por eso que es una gran medicina para el estres. Me gusta mucho tu blog y recibo tus updates por medio de Facebook. Te voy a buscar en Instagram. Yo soy dulceknits en Instagram si quieres ver algunas de mis creaciones y compartir de esta mannera tambien. Bendiciones!!
Que pena lo de tu espalda. Espero que te recuperes pronto.
A mi me da cosita las mantas electricas 🙂 . Yo no soy tan amiga de los estampados de flores, soy bieeenn fregada, pero tu colchita es muy dulce y colorida. Me gusta.
La salud es lo primero, así que recupérate bien, que cuando vuelvas a estar en forma nosotr@s seguiremos por aquí leyéndote. Besos.
Cuídate que ya no somos unas chiquillas !!! 😀
Jo, me he sentido identificada, yo ya me he repuesto pero hace dos semanas estaba atiborrada de ibuprofenos por dos contracturas que hacían que me marease del dolor!
Ánimo, reposo, pastis y libritos chulis!
Margot B.
Hermanas Bolena
:)… Yo también tengo la misma «mantita». Cuando la compré pensé: qué poco gusto han tenido eligiendo la tela de la funda… Pero ahora… Somos grandes amigas!!!
Slow life… Me lo tengo que proponer muy seriamente. La verdad es que tengo amigos muy involucrados en el tema del «slow food» y nunca dejan de sorprenderme: una gozada, vamos!
Saludos
Mejorate pronto!!
A mi me gusta la finda de tu manta electrica, es monísima 😉
POr cierto, nos puedes recomendar alguno de esos libros bonitos, bonitos???
Besos
xxx
Bien empleado. Es muy recomendable tener una manta eléctrica en casa para los dolores cervical y lumbago, que son los más habituales. Esta manta te proporciona calor y destensa esos músculos cuya tensión provoca tanto dolor.